Un ángel menos

No pocos hablan hoy en la blogosfera del macabro desenlace de la desaparición de Fernanda Fabiola, la chica de 15 años secuestrada, violada y asesinada en Tenerife. Una vez más, lo mismo. Por dura y por certera, me quedo con las palabras de Pandora.

Pandora lo cuenta así:

"Lo que me importa es saber por qué ese animal (que me perdonen los pobres animales por la comparación) andaba por ahí como Pedro por su casa si es que cometió en España los abusos o, si los cometió en su país, por qué se le dejó entrar en el país. Sí, me da igual que no sea políticamente correcto decir esto, pero me parece que se debería controlar, en la medida de lo posible, y no creo que comprobar los antecedentes de la personas no lo sea, qué tipo de persona vienen a vivir a España" (...)

"¿Por qué demonios estaba ese monstruo entre nosotros? ¿Me quieren decir que ese tipo de gente se rahabilita? Lo siento pero no me lo creo, y si no que se lo prengunten a las familias de las víctimas, nada ni nadie va a hacer que esas chicas vuelvan, ¡pues que se pudrán en la cárcel los asesinos! y si no que lo hubieran pensado antes. Pero no, la mayoría de las veces ni siquiera cumplen las penas íntegras..."

Habla de Sandra Palo y las penas a menores, de Sonia Carabantes y los inmigrantes con antecedentes, de la no aplicación de la 'doctrina Parot' para el violador de la Vall d'Hebron... Y quedarían muchos otros casos: Rocío Wanninkhof, las chicas de Alcàsser... ¿Y cuántas más?