Adiós verano, hola coleccionables

Se va el verano, con él los incendios, la 'operación salida', el Tour, las serpientes de verano, las olas de calor y las medusas (y las redacciones creativas). Llega la vuelta, y con ella otras modas: los coleccionables.

En Ya me gustaría llevan un gracioso recopilatorio de cosas a encontrar (o desear encontrar) en los kioscos por estas fechas. Ya saben: coleccionables de dinosaurios hueso a hueso, aviones teledirigidos, libritos de cuentos de los años de Franco, y todo tipo de maravillas para freakis y gente con demasiado tiempo y dinero. Eso sí: cada colección con su correspondiente teléfono de consulta.

Todo vale para hacer más amena la vuelta (incluso un novio en polvos) y evitar otro tópico: el síndrome post-vacacional. Algo así como el post-menstrual, pero en generalizado. Como ven, los españoles no ahorramos en tonterías.



Yo, personalmente, después de haberme echado unos cuantos kilos en este tiempo (vacaciones familiares a cargo de padres, tíos, suegros y abuelas es lo que tiene), he decidido invertir esto de las modas. Ya sé que la dieta del bikini es cosa de la primavera, pero es que el otoño es mi época favorita. Y hay que cuidar la línea.

La merienda del perfecto portadista de 20 Minutos: a eso de las seis, un sandwich, un Mini Babybel (qué gran clásico), un zumo y una barrita de Muesli. ¿Quién dijo hambre?

Pd.- El café de la máquina es opcional, y los Donuts, toda una tentación.