De vuelta a Europa (pasando por Gibraltar)

Una semana sin escribir, y eso que no he parado de hacerlo. Ando ultimando cosas y recién aterrizo de un fin de semana de viaje. He estado en Ceuta, una ciudad reducida en el imaginario colectivo a militares y moros. Algo más se encuentra, algo más.

He estado allí por motivos de trabajo. Si es que se puede llamar trabajo a ir de invitado por la Ciudad Autónoma a conocer el lugar, visitar a lo largo y ancho sus calles y barrios, degustar las comidas (y bebidas) del lugar. Uno de esos encuentros que buscan hacer de los periodistas los mejores embajadores de una ciudad maltratada en la prensa. Uno de los grandes premios de nuestra profesión, vaya.

Como siempre que voy a una cosa de estas, lo mejor (además de conocer el lugar), la gente. Alternar con redactores jefe de periódicos como ABC o El Mundo, volver a ver a mi buen amigo Marcelo, que dejó la BBC para adquirir rango de diplomático de la ONU, y -cómo no-, conocer gente nueva que ya, de entrada, te ofrece nuevos proyectos.

Un fin de semana genial, como siempre pasa en estos casos. Ahora, a depurar fotos, preparar el repotaje que debo a los organizadores (que colgaré en 20 Minutos y aquí) y a terminar las cosas pendientes. Empieza una semana de mucho trabajo. Y el viernes, otra vez de viaje. Bendita existencia.